La boyband estadounidense vuelve a la escena estrenando su quinto álbum hasta la fecha: una propuesta que representa genuinamente los altos y bajos del colectivo a lo largo del tiempo.
Estamos frente a uno de los mejores álbumes del grupo hasta la fecha: frágil, versátil y marcado por un giro profundo en su fase experimental. Una propuesta honesta e íntima, que nos deja claro que Brockhampton ha logrado reinventarse y que está en busca de nuevos objetivos. Pero ¿cuál es el trasfondo?
Los miembros del grupo han hablado abiertamente en diversos medios sobre los numerosos problemas internos que han sufrido, como tomar la decisión de desvincular a Ameer Van (ex miembro acusado de abuso sexual) o la insatisfacción permanente respecto a su proyecto musical.
Estas situaciones que anteriormente marcaron Irridescene, álbum tan amado como odiado, generaron bastante convulsión y mantuvo a Brockhampton en receso musical durante seis meses. Sin embargo, en esta ocasión utilizan a su favor toda esta vulnerabilidad y logran explotar las capacidades de cada uno de los integrantes, gracias al gran apoyo mutuo y a las terapias semanales con el artista Shia LeBeouf, factor fundamental en el proceso de inspiración y creación.
Como consecuencia llega Ginger (2019), que representa el punto álgido de una larga etapa de maduración y consolidación para todos los integrantes del grupo quienes han logrado destacar tanto a nivel nacional como internacional.
Con 12 canciones, y unos 44 minutos de duración, el álbum se muestra como una forma de canalizar todas las emociones y sentimientos de los integrantes, volviendo a tocar temas como las creencias religiosas, las relaciones fallidas, la ansiedad y la depresión, que, a diferencia de sus álbumes anterior, vienen cargados con una energía mucho más sincera y clara. Ejemplo de esto es la producción de maravillas como “Dearly Departed”, “If you pray right” y “No Halo”, que contribuyen a entender el duro proceso por el que estos jóvenes están pasando.
Ginger se constituye como el resultado de un arduo esfuerzo introspectivo, el que nos recuerda que Brockhampton es un grupo musical vulnerable, pero que tiene la capacidad de sacarle provecho a su pilar fundamental: la colaboración de cada uno de sus miembros. Con una crítica generosa, deja la vara muy alta para sus proyectos siguientes, principalmente para el tercer álbum de esta trilogía llamada “The Best Years of Our Lives”.
Puedes escuchar Ginger aquí:
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