El rapero despachó una presentación épica, cargada de conceptualización, potencia en vivo y hits para consagrarlo como una leyenda de la música en esta nueva edición de Lollapalooza Chile 2019.
Cuando pensamos en presentaciones que marcan la forma de ver la música, un ejemplo es lo que hizo Kendrick Lamar en esta edición Lollapalooza Chile 2019. El artista ganador de un Pulitzer por su último disco DAMN (2018) fue el perfecto cierre para la jornada del pasado viernes.
Ante un público que lo esperaba como uno de los principales hitos de esta edición del festival, Kendrick Lamar Duckworth -también conocido como K-dot o Kung Fu Kenny- entregó un show cargado de potencia sonora y visual. Una demostración clara del fenómeno internacional en el que se ha convertido a punta de hits, colaboraciones y una propuesta que toma elementos del rap más duro, del jazz y otros géneros.
Con banda en vivo y limpios fraseos, el rapero oriundo de Compton repasó lo mejor de su más reciente disco DAMN, así como canciones de sus anteriores largaduración good kid, m.A.A.d city y To Pimp a Butterfly. Incluso hubo espacio para covers (Collard Greens de ScHoolboy Q y Goosebumps de Travis Scott) y algunas de las colaboraciones que Kendrick ha grabado, como All the Stars junto a SZA.
Acompañado de excelentes visuales que seguían el relato que estructuraba el concierto, de juegos de fuego y pirotecnia, el show de Kendrick Lamar llegó en el momento preciso. Aunque comenzó a ser popularmente conocido a este lado del mundo con su disco To Pimp a Butterfly, fue con DAMN donde capturó a un publico cercano y que quedó en evidencia en Lollapalooza. Éxito tras éxito, el rapero hizo saltar y rapear al público, dejando en claro una cosa. Sin, duda es King Kendrick.