El compositor norteamericano vuelve a ostentar una fascinante fusión de jazz y funk, pero esta vez desde un lugar más personal y sombrío en un tributo a su gran amigo Mac Miller.
La inesperada muerte de Malcolm McCormick el 7 de Septiembre de 2018 devastó a los fanáticos. El consumo de drogas terminó por sepultar la carrera -y vida- del rapero Mac Miller, quien tan solo un mes antes había impresionado con su último disco Swimming. La noticia caló hondo en el también músico, y su gran amigo, Thundercat.
Aquel debate desgarrador entre la vida y la muerte que surgió en el estadounidense resultó en un oscuro, pero también inquieto -y hasta juguetón- It Is What It Is, su último disco liberado el 3 de abril.
Si bien aquellas palabras a menudo no van juntas en una mezcla positiva, el cuarto disco de Stephen Bruner como Thundercat logra un resultado impecable; porque lo que transmite no es contradicción, sino que versatilidad.
Es que el disco no está totalmente sumido en el luto y la tristeza, también hay diversión a costa de exuberancia musical. Es que quizá este, es su intento de proceso de sanación.
En 38 minutos, 15 canciones luchan entre el miedo, la pérdida, pero también a cómo seguir viviendo con ello al ritmo del jazz fundido en el funk único de Thundercat. Lost In Space/Great Scott/22-26 resulta ser la introducción perfecta, que a la vez crea un relato con Innerstellar Love, una pieza de fusión que resalta por el llamativo solo de saxo.
Estos dos tracks pertenecen a la vereda más calma y melancólica, junto al tributo explícito a Mac Miller, Fair Change junto a su también amigo Ty Dolla $ign, donde de cierta forma responden a Hurt Feelings, del penúltimo disco del rapero de Pittsburgh, donde él canta: “Keep my head above water / My eyes getting’ bigger / The world getting’ smaller”. Ellos le dedican: “Bye bye for now/I’ll keep holding it down for you/Even though you're not around”.
Con su virtuosidad, Thundercat deja atrás su sentir sombrío y entra en la aceptación, encendiendo aquel clásico funk.
How Sway con fragmentos hiperventilados resuena la nostalgia de los videojuegos de los 90. Es verdad, varios de los singles hacen olvidar la tristeza por su ritmo. Fiel prueba es Funny Thing: una fiesta electro funk, que incluso deja con gusto a poco con su tan solo 1:56 minutos de duración.
La diversión continúa de la mano del track de onda disco Black Qualls, que sin duda destaca como de los mejores temas del disco -y de la trayectoria de Bruner- especialmente por la participación de tres incomparables: Childish Gambino, Steve Lacy y Steve Arrington.
A bailar a pesar de sentirse mal: ese es el espíritu de Miguel’s Happy Dance. El bajo y el canto suave no dejan espacio para el aburrimiento.
En las últimas canciones de la placa se deja sentir mejor el ánimo que realmente quiere inspirar. “Mientras siga respirando sé que estaré bien”, canta en Existential Dread, que en tan solo 52 segundos resume aquel personal viaje que significa perder a alguien muy querido, pero tener que seguir viviendo con ese vacío y no perderse en el pesar. A pesar de todo.
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