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Alvaro Díaz

[#Review] "Roadrunner" New Light, New Machine: la búsqueda de esperanza de Brockhampton

En uno de los álbumes más crudos y melancólicos de su carrera, el colectivo estadounidense lidia con su falta de control, la soledad de la pandemia, las tragedias familiares y la importancia del compañerismo en la que será, según ellos, su última etapa como banda


Es el final. Brockhampton lanza el sexto álbum de su carrera y luego el líder de la banda, Kevin Abstract, se esmera en explicar en cada entrevista que éste sería el penúltimo disco de su existencia.


Los fans expresan su confusión en redes sociales. Hay una incredulidad en el ambiente basada en antiguos dichos de Abstract. En 2018, luego de lanzar su álbum Iridescence, el rapero ya había comentado algo parecido. Y es que la fantasía de acabar todo está constante en su mente por dos cosas: la primera y evidente, es la necesidad de todo el colectivo de hacer sus proyectos solistas. La segunda, es que cada álbum de Brockhampton tiene una intensidad mayor a la anterior, donde las palabras suenan como una declaración de principios definitiva y ya no hay nada más que decir porque ya dieron todo.


Roadrunner: New Light, New Machine es justamente eso. Una declaración de motivos desgarradores. ¿Qué pasó en la pandemia con “la mejor boyband desde One Direction”? Momentos definitivamente difíciles, marcados por el drama familiar, la soledad y la introspección. Todo esto envuelto en melodías inspiradas por el Hip Hop de los 90, con una nostalgia que deja un poco de lado el suave R&B de Ginger(2019), su trabajo anterior.




Si hay algo que Brockhampton conoce muy bien es la falta de control que han tenido sobre sus acontecimientos como banda. Esto comenzó con las acusaciones de abuso sexual que acabaron por sacar del colectivo a Ameer Van, uno de sus miembros más populares. Un hecho como tantos otros que terminaron en catarsis dentro de su música, la que con los años y por estas razones se ha vuelto mucho más oscura y compleja en sus letras. Algo que vuelve a pasar en este disco.


El por qué es muy simple. En un año azotado por la pandemia, la cancelación de planes, el aislamiento y el empeoramiento de la salud mental, Brockhampton vivió un hecho que marcó a uno de sus integrantes, Joba, en lo más profundo de su alma. Su padre murió por suicidio a mediados de 2020, llevando la inestabilidad emocional hasta el extremo. Y como el resto de los acontecimientos sin control, esta tragedia fue convertida en una carta sincera y cruda de, como explicó Joba en una entrevista con Vulture, la búsqueda de Dios y la confusión, algo que se puede escuchar explícitamente en The Light y The Light PT. II.



Por razones obvias, el concepto del álbum es reflexivo, triste pero muy esperanzador. Da pie a una apertura creativa que los llevó a mezclar sonidos intensos del Hip Hop de antaño inspirados en músicos como Dr. Dre y Beastie Boys, dignos de fiesta en lo musical, y, por primera vez, en la parte vocal pudieron colaborar con diferentes artistas como Danny Brown en el tema Buzzcut, JPEGMAFIA en Chain On, A$AP Rocky & A$AP Ferg en Bankroll y Charlie Wilson en I’ll Take You, entre otros. Incluso contaron con la participación de Shwan Méndez y Lil Nas X.



Confiando en lo que siempre ha sido primordial para ellos, como el trabajo en equipo y el apoyo constante, pudieron echar a andar el motor que hizo posible el disco que más se demoraron en producir (casi dos años), y así, sacar una foto real de lo que ha sido una temporada de cuestionamientos y desolación.


Es casi irónica su premisa de separación, porque es un modus operandi que funciona perfecto para ellos. La entendible fama de Brockhampton está fundada en la cohesión de todas sus partes creativas, dando una importancia vital al concepto de colectivo. Las mentes detrás de las ideas musicales y visuales se potencian al estar juntas. Joba, Kevin Abstract, Dom McLennon, Bearface, Jabari Manwa, Matt Champion, Merlyn Wood, entre otros muchos artistas, le dan un nuevo vuelco a su música en Roadrunner, y aún así creen que se aproxima el final.



La presión de la explosión de sus primeras obras puede ser una explicación razonable, la misma que los tiene en la actualidad pensando y armando proyectos con otros géneros y en otros espacios, sin estar atados a nada.


Merlyn explicaba a Vulture: “Siento que en ciertas áreas de la música pop, somos demasiado hip-hop, y en hip-hop, somos demasiado ‘alternativos’. Es la historia de nuestra vida. Simplemente no encajamos en ninguna de las cajas. No pertenecemos, y nadie realmente quiere ser dueño de nosotros excepto nosotros”. Y eso es exactamente lo que pasa con Roadrunner. Es un discurso de búsqueda personal, totalmente de ellos, envuelto en un sonido único que también es de ellos. Y es tan bueno que no puede no compartirse con el resto del mundo, incluso cuando se vaya a acabar.


Escucha Roadrunner: New Light, New Machine aquí



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