El grupo feminista, punk ruso Pussy Riot, se presenta por primera vez en nuestro país este abril y ya es un revuelo mediático.
La banda/colectivo se encuentra compuesta por tres mujeres, siendo la más famosa su líder Nadya Tolokonnikova. La agrupación, nace el año 2011 con un fin específico: crear provocación política. Durante ese mismo año, sus integrantes, realizaron una protesta en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú -Iglesia ortodoxa rusa- contra la reelección de Vladimir Putin. Las activistas, en pleno altar la catedral, interpretaron la canción “Punk Prayer” la cual contenía un mensaje altamente crítico y burlesco. Sólo debieron pasar un par de segundos para su detención y meses más tarde, ser condenadas a dos años de cárcel por odio a la religión.
Lo que refiere a su carrera musical, en el 2016, lanzaron su EP “XXX” que cuenta con tres temas siendo “Make America Great Again” el más reproducido en su perfil de Spotify. Además, han lanzado cuatro singles, donde la portada de su última creación “Track About Good Cop” (2018) es una ilustración del momento en que una de sus integrantes chocaba los cinco con el jugador Kylian Mbappe en la final del mundial Rusia 2018. Cabe recordar que esta intervención, adjudicada por las Pussy Riot vía twitter, buscaba visibilizar que en la actual Rusia de Putin, no existe competencia política, se fabrican casos criminales y se encarcela a las personas sin ninguna razón -actualmente en Rusia te puedes ir detenido por darle “like” a un post que vaya en contra de la ideología del gobierno-.
Es así que esta agrupación no sólo ha ganado renombre a nivel cultural sino también político. La capucha rosada se ha convertido en un referente de agitación política contra el orden ruso. Son un colectivo de personas que no callan. Dicen lo que piensan sin tapujo. Dejan en evidencia el descontento. Pero éste, viene de mujeres. Se trata de un discurso político crítico feminista que no le tiene miedo a la realidad homolesbotransfobica y heteropatriarcalizada de Rusia.
Es por esto, que la presencia de la banda en abril en Blondie no es una mera casualidad. Recordemos que nuestro país, tanto como la región latinoamericana, se han visto envueltas en una serie de movilizaciones de carácter feminista -en Chile ocurrió con el “Mayo Feminista”- pero a su vez, nos enfrentamos a un rápido ascenso del fascismo. Por ejemplo, la agresión por parte de un grupo de mujeres conservadoras hacia Judith Butler -filósofa que ha realizado importantes contribuciones al campo del feminismo y la teoría queer-en el aeropuerto de Sao Paulo. O como también, Bolsonaro, presidente del mismo país, le dijo a la diputada María del Rosario que era muy fea para ser violada.
En el caso de Chile, tampoco estamos lejanos a casos como los de Brasil. El 25 de Julio del año recién pasado, durante la marcha por “el aborto libre, legal, gratuito y seguro”, tres mujeres fueron apuñaladas por extraños, junto con lo anterior, el Movimiento Social Patriota lanzó entrañas de animales a la Alameda apelando a la "esterilización para hembristas".
En definitiva, la visita del colectivo punk ruso feminista, significa más que sólo un concierto en una disco icónica. Es un guiño de ojo. Significa un apoyo político concreto. Su presencia en la región se puede asemejar a una visita del doctor en la casa. Ahora, sólo nos queda esperar su paso por la región que de seguro, polémica traerá.
(Columna por Paula Contreras)