El artista vuelve a Chile como parte de la programación de Lollapalooza 2020. Sus clásicos y parte de su nuevo disco es lo que podemos esperar de su show.
Corría el año 2007 y Grace Kelly se transformó en un hit a nivel mundial. La canción, interpretada por un joven cantante, nacido en Beirut y criado en Londres, llamado Mika sonó incesantemente en radios y su video era ítem obligado dentro de la programación de MTV. El sencillo alcanzó el número 1 en ventas en países como Francia y España, logrando reconocimiento como una de las figuras del pop de la época.
De contextura delgada y pelo rizado, Mika presentaba una puesta en escena colorida y estrafalaria en cada uno de sus shows. Estética propia de sus discos como Life in Cartoon Motion (2007) y The Boy Who Knew Too Much (2009), que más adelante (y conforme pasaban los años) fue haciéndose más sobria al mismo tiempo que sus canciones desaparecían lentamente del mapa.
No es que Mika se haya alejado de a música, es que en este lado del planeta tal vez pusimos el ojo en otras propuestas mientras él seguía produciendo y participando de otras instancias, como los programas X Factor y The Voice. Pero, sin duda que este 2020 sea uno de los nombres del cartel del Lollapalooza Chile demuestra que es un show que vale la pena ver en vivo y porque sus clásicos siguen ahí, frescos e intactos.
Con su más reciente disco My name is Michael Holbrook publicado en 2019, Mika vuelve a Chile por segunda vez. Ya se había presentado en nuestro país en 2010 como parte del festival SUE (Santiago Urbano Electrónico), en una fecha que compartió con los británicos Scissor Sisters.
De excelente registro y un pop absolutamente disfrutable, Mika es uno de los artistas que no nos vamos a perder en el próximo Lollapalooza. Su show incluye algunos de sus más recientes lanzamientos, pero por sobre todo una delicada selección de los éxitos que lo alzaron como hit mundial.