La cantautora nacional nos cuenta sobre su nuevo disco Cisne - Lado Negro, un trabajo que invita a relacionarse y compartir con la música por medio de la íntima emocionalidad.
Cancamusa, o Nati Pérez ha logrado hacerse un nombre en el acontecer musical nacional. Si bien acompañó un tiempo a Javiera Mena, y formó parte inamovible en Amanitas. hoy erradicada en México nos habla sobre su primer disco, la estadía en tierras aztecas y la importancia que tiene la música para ella.
Si bien anteriormente participó en diferentes grabaciones, sobretodo con la banda Amanitas, hoy el desafío actual es mucho mayor a nivel personal. Cisne - Lado Negro nos invita a explorar aquellos espacios oscuros por los cuales hemos transitado, tal como concisa la cantante: "Hay muchas sensaciones que traigo en mi espalda que las quise reflejar en el disco".
¿Cómo ha estado tu cuarentena? ¿te ha afectado mucho en tu día a día?
Hoy estoy tranquila, otros días no. Pienso que como todas y todos he tenido días intensos, otros de reflexión e introspección. Mi cuarentena ha estado muy analítica y como una montaña rusa. Es difícil perder la libertad en algunos aspectos, no poder salir y no ver a tu gente. Por otro lado tengo el arte, la creación y eso me ayuda mucho a salir de todo esto, me libera bastante. Estamos en un momento muy difícil como humanidad y espero que estemos evolucionando. Es un momento de cuestionar nuestro camino y la velocidad con la que vivimos. Por mi parte estoy buscando formas de conectarme con las personas y replanteándome nuevas formas de expresión.
Respecto a tu primer álbum, ¿de dónde surge la idea de grabar en un formato solista?
Fue una búsqueda especial y me demoré en darle prioridad a mi proyecto. Escribo canciones hace muchísimo tiempo pero nunca las mostraba, solo a mis amigas y amigos. En estos años he acumulado muchas canciones y mi evolución musical fue muy personal y en silencio. Comencé a trabajar en Cancamusa cuando llegué el año pasado a vivir a México pero comenzamos con la idea hace un par de años con mi productor musical Sinclavi. El 2019 fue un año diferente para mí, de muchos viajes, de analizar y pensar todo mi camino y por esta razón tenía muchas ganas de hacer un disco que contara una historia, mi historia.
Cuando te decidiste por publicar Cisne - Lado Negro, ¿cuáles fueron tus objetivos al enfrentar este proyecto?
Llevo algunos años tocando para otras personas y he sido muy feliz en ese camino porque ha sido un trabajo muy especial, pero en mi corazón está el latir de la composición y necesitaba comenzar a visibilizar mi música porque ya llevaba años sin hacerlo y escribir canciones es lo que más me apasiona, incluso estudié composición, es algo a lo que me he dedicado hace muchísimo tiempo. Mi objetivo principal con este disco fue y es atreverme a mostrarme como artista, vencer mis miedos, contar mi propia historia, mostrar mis ojos y mi visión de todo.
¿Cómo te sentiste con todo el proceso incluyendo la producción de este disco?
Ha sido muy especial porque quise partir con Cisne - Lado Negro, que relata el inicio de mi historia como humana, es un viaje al pasado, a mi infancia. Es un viaje para sanar muchas heridas y momentos difíciles relacionados a graves enfermedades cerebrales y la muerte. Es un disco con historias oscuras pero con mucha fuerza. Además algunas canciones están inspiradas en las grandes crisis sociales que estamos viviendo como humanidad.
Un viaje al pasado
Cancamusa nos cuenta que la emocionalidad e intimidad, propia de Cisne - Lado Negro, está dada por su experiencia de vida, particularmente por su niñez. Es el surrealismo y lo onírico lo que le ayudó a vencer sus traumas y miedos; y resulta interesante observar que sigue siendo, a través del arte, su modo para enfrentarse a las adversidades.
Con respecto a la producción, nos dice que las cuerdas “[...] le entregan a la música mucho dramatismo y liberación” a su música, mientras que con la batería intentó (por medio de los loops) que funcionaran como un tren que la lleva al pasado, pudiendo ver a través de sus ventanas los distintos matices de las estaciones del año.
¿Crees que influyó en tu música el hecho de trasladarse desde Chile a México?
El proceso de composición y producción de la primera parte de mi álbum debut: Cisne - Lado Negro, ha sido intenso porque el año pasado me vine a vivir a México tras recibir la invitación de integrar la banda de Mon Laferte y ser la baterista de todas sus giras. Por esta razón el año pasado no solo enfrenté el cambio de país, conocí muchos países y ciudades, trabajé arduamente. Habían meses que tenía muy poco tiempo libre, incluso a distancia trabajaba junto a mi productor. Muchas veces después de un show llegaba a trabajar en mi disco. Muchas letras las escribí en aeropuertos o en habitaciones de hoteles.
Llevas poco más de un año siendo la baterista de Mon Laferte, ¿Qué ha significado tener esa responsabilidad para ti? ¿Cómo has sido recibida por las y los fans?
Ha sido una experiencia llena de aprendizaje. El año pasado tuve la fortuna de tocar en grandes escenarios para muchísima gente. He reiterado mucho en entrevistas que acompañarla en vivo es muy apasionante. Pienso que Mon, por sobre todo, se caracteriza por tener una potente voz y eso es increíble en un show en vivo, desde mi lado debo apoyarla, escucharla y seguirla a donde ella vaya musicalmente. Cada show es distinto y como baterista debo estar atenta siempre. Me siento feliz de compartir en este tiempo con ella y que me invite incluso a grabar baterías en sus últimas canciones. Con respecto a esto es importante que mujeres integren en sus bandas a otras mujeres ya que se genera un cambio de paradigma. Es un gran mensaje de inclusión y un ejemplo para nuevas generaciones de músicas que no se han atrevido. Me he sentido muy bien recibida por las y los fans, ha sido muy especial eso porque muchos me conocen en los conciertos y luego han comenzado a seguirme y a escuchar mi música.
¿Cómo ha sido este nuevo contacto con Chile? Considerando todo lo que ha pasado desde tu partida.
La crisis de Chile que comenzó en Octubre de 2019 a todas y todos nos ha marcado enormemente. Yo me fui de Chile porque mi vida en Santiago ya era insostenible como música y soy de una región muy al sur del país, entiendo los problemas y la centralización de recursos, educación, cultura y de oportunidades. Desde México ver todo esto igualmente ha sido una bofetada de amargura y me da mucha impotencia ver cómo un problema que incluso se ha hecho conocido a nivel mundial con gran fuerza, no ha sido reconocido por las autoridades y no se ha hecho justicia. Me parece inaceptable la falta de empatía y la ambición de las autoridades chilenas. Es una vergüenza porque son necesidades básicas humanas las que se reclaman. En este momento mis pensamientos están en las regiones y pueblos más pequeños de Chile, en donde la salud y las problemáticas se hacen más evidentes.
¿Cómo te proyectas a corto y largo plazo? ¿Tienes alguna meta que desees cumplir, compartir escenario con algún artista, trabajar en algún otro lanzamiento?
Me cuesta pensar en este momento en el futuro porque sinceramente quisiera irme al campo y tener un estudio, trabajar desde ahí. La vida en las ciudades grandes es muy violenta y en este momento busco tranquilidad. Sin embargo, el contacto con la música y las personas también contribuyen a ese bienestar, por el momento seguiré escribiendo, haciendo canciones. Simplemente quiero aportar con algo, quiero que mi música entregue sensaciones, viajes y un mensaje. Esa es mi intención de este tiempo. Tengo muchas canciones por mostrar, se viene en mayo el primer single de Cisne - Lado Rojo y otras sorpresas.
El nuevo disco de Cancamusa ya se encuentra disponible y lo puedes escuchar aquí: